martes, 23 de diciembre de 2008

SALVAJE

¿Que es necesario para desatar el lado salvaje de un individuo?, la pregunta viene a colación porque por donde vivo hay un tipo que maneja un autobus, y dadas las condiciones de la calle (falta de alineación uniforme) se genera un espacio en donde decidió que es su estacionamiento exclusivo y tiende a molestarse y exigir que quien ose estacionar su vehículo ahí lo quite, al grado de insultar, amenazar y en una ocasión corretear, junto con otros tipos, a un vecino. Sin embargo este lunes emergió su lado más reptiliano y embistió dos autos con su camión, dejando la punta del mismo a la mitad de la calle, evidentemente los afectados llamaron a la patrulla y se armo el desmadre, al final se llevaron su camión y tuvo que llamar a su seguro para cubrir los daños.

El punto aqui es ¿que lo llevó a hacer tamaña chingadera?, pero aún más importante, ¿que nos llevaría a cualquiera de nosotros a actuar así?. El caso más común, todos nos hemos encabronado con alguien en el tráfico y en más de una ocasión hemos tenido la muy saludable intención de hacerle ver su error a punta de madrazos, sin embargo, al menos yo, pocas veces llegamos a ese punto.

Por una parte la paranoia ante la inseguridad ha llevado a que mucha gente porte martillos, bats, navajas, barras de acero, etc. en sus vehículos, ya no digamos aquellos que cargan pistolas; así que, sino sabemos que trae el otro dificilmente nos arriesgaremos a averiguarlo de mala manera.

En otros casos nuestros acompañantes nos persuaden de no meternos en broncas, ok algunas veces nos incitan a partir hocicos también, y entre la solicitud y la posibilidad de poner en riesgo a otra persona frenamos nuestros ímpetus y nos retiramos.

A nivel personal me molesta escribir en la oficina con la mano hinchada de tanto golpear, tener que quitar sus dientes de mis zapatos es desagradable y tampoco me agrada perder tiempo regresando a mi casa a cambiarme de pies a cabeza por haber sido bañado por la sangre de mis oponentes, sin mencionar que mi tintorero de confianza cobra extra por quitar la sangre de los trajes.

domingo, 7 de diciembre de 2008

USTED

Desde que nos tuvimos que mudar de oficinas el trabajo se ha puesto muy pesado, el equipo se separó, un grupo está en las oficinas de Chabacano, a media hora de aquí, con lo cual las reuniones de repartición de trabajo se acabaron, están lejos de los jefes y ello conlleva una pérdida en el ya escaso control que tenía, pero también se convirtió en un aumento de trabajo y responsabilidades para el Efra y su inseguro servidor.

Aunque me da gusto que el jefe haya decidido que podía prescindir de la cercanía del resto pero no de nosotros, la verdad es que la presión nos deja agotados al terminar la semana, como se habrán podido dar cuenta ya no hay regularidad en estas publicaciones ni en las visitas a sus blogs.

Y es que por si fuera poco en estas instalaciones la red esta muy restringida así que en los pocos momentos de paz o en las guardias no puedo entrar a blogger y lo último que quiero ver llegando a mi casa por la noche es la computadora. Todo esto además de una disculpa a los 3 o 4 lectores que sigan este blog sirve de preámbulo para explicar que esta situación laboral también me ha tenido alejado de otros distractores, pues al estar en la mismo oficina que el jefe en más de una ocasión la hora de la comida se ha visto recortada.

Por ello había dejado de visitar TT Caps, que para quienes no sepan es una tienda en donde se consigue equipo para grafiti, playeras, revistas de tatuajes y por supuesto discos de Hip Hop nacional, algunos ya consagrados y que también se venden en Mix UP pero sobre todo de aquellos que apenas van emergiendo o que no tienen los recursos o conexiones para llevar su material a las grandes tiendas.

Total que solía ser cliente asiduo pero con esto deje de ir casi dos meses, y hoy mientras escogía un par de discos (el recopilatorio de MC IPAK y el nuevo del Spia 104) y los pagaba la amable dependiente me hablo en tres ocasiones de “usted”, lo cual a mis 26 años es casi un insulto, así que no tuve más remedio que pedirle que por favor no me hablara de “usted”.

Esto me lleva a una reflexión, y es que uno de los estandartes de cualquier movimiento socio cultural como es el Hip Hop, ha sido el de la no discriminación, el no tratarlos diferente por como se visten, lo que escuchan o como hablan; y de eso se trato el “usted”, el hecho de usar traje y corbata no limita mi gusto por ese o cualquier género musical. Como bien dice la sabiduría popular “el habito no hace al monje”, y el discurso de “ser real” que tanto avientan muchos seguidores del género me parece absurdo, ser real no significa usar gorra de beisbol, pantalones guangos, tenis y playeras XXL. Para mi ser real va más alla, también significa apoyar al talento escuchando y comprando el buen material que se hace en el país, significa ir a los conciertos, promover al género y defenderlo.

Para mi ese “usted” fue como si al ver a un hiphopero “promedio” de inmediato dijéramos “mariguano”, “cholo”, “delincuente”, “vago” y un largo etcetera. Tal vez me equivoque, pero no es la primera vez que me pasa en un lugar semejante, más no por ello dejaré de ir, tal vez un día se acostumbren a ver a un tipo de traje comprando hip hop.