miércoles, 19 de mayo de 2010

Asuntos Varios

Como en cualquier asamblea de consejo pasemos a los "Asuntos varios"

1- Desde la última entrada en este blog su editor ha pasado por varias cosas, entre ellas: depresión tropical por razones románticas, se hartó de que su talento fuera desperdiciado en la oficina y renunció (el viernes fue mi último día) aceptó que no podía solo con sus fantasmas, sus amorosos fantasmas (PITII dixit) y está recibiendo ayuda profesional, le pegaron a su carro y trae collarín.

2- En su momento tuve que pasar mi twitter a modo privado, porque era stalkeado por mi jefe, pero ahora vuelve a ser público, a quien le interese es este , de todas formas volveré a poner la cajita aquí al lado.

3- He empezado un par de entradas para este blog, la que pondré aquí la voy a terminar ahora mismo, pero antes un remedo de poesía que escribí a raíz de una conversación en messenger y que por cobarde no escribí ahí:

"Divagando/ navegando en los mares de la ambigüedad, salí de "El Olvido" con rumbo a "No me Acuerdo"/en el camino te encontré de nuevo/rememoré al ver tus ojos negros/Y te pregunté ¿aún tienes la gran sonrisa que a veces lograba hacer despertar?/No me respondiste y olvidé a donde iba"

4- Va pues una historia:

Conocía el miedo, como cualquier persona lo había experimentado, desde el atávico temor a la oscuridad hasta el respeto a la muerte, las muertes; pero esta vez la cosa iba más allá de la aprensión o la ansiedad, era mucho peor porque no estaba seguro de donde empezaba y donde terminaría esa sensación. El incontrolable temblor en las manos, la opresión en la parte baja de los pulmones, la irregularidad en los latidos del corazón, ante sus ojos todo parecía irreal, la blancura de las paredes amenazaba cegarlo, por si fuera poco se sabía observado desde todos los ángulos posibles.

Una gota de sudor frío corrió por su espalda, irónicamente lo peor de todo era el frío, un frío negro, solo así podía describirlo; una bruma que embotaba su mente y congelaba las venas de la coronilla. Quería ocultarse bajo el escritorio, salir corriendo a la calle y que el sol, ese que a menudo detestaba, despejara las sombras de su cabeza.

Pero permaneció en su lugar, temía que alguien notara su condición, estaba seguro que sus ojos eran los de un desequilibrado en ese momento, siguió quieto, respirando lenta y profundamente. De pronto todo cesó, el frío seguía ahí pero con menos intensidad, sus músculos se destensaron y su cuerpo se sintió pesado, como si saliera de una alberca, mientras tú nombre fatal se dibujaba en sus labios solo deseó poder volver a dormir sin miedo.

5- Paseando por el youtube me encontré este video de Santa Sabina cantando "Ojala fuera tu voz" en Sonicamente de Canal 11 hace un chorro de años y que por ahí debo tener grabado en VHS:



Y ya, voy vengo

1 comentario:

Sergio Tovar Velarde dijo...

Qué poético ha estado esto. Y qué bueno que regresas... Ya no prolongues tanto las ausencias tú!

Abrazo fuerte y apretado, amigo.