Después de semanas de no actualizar finalmente tengo el tiempo de sentarme a escribir para este blog, y es que entre la magna presentación del jefe que nos trajo jodidos por semanas, los méndigos anormalistas que tomaron de nuevo las instalaciones de la SEP, pero esta vez por tiempo indefinido , y la consecuente mudanza, realmente había leído a la carrera a varios blogueros, pero creo que un espacio por el cual la gente se pasea para leer las sandeces o grandes ideas de uno, merece respeto y no correspondía escribir “solo por cumplir”.
Sin embargo esto de la mudada me da pie a escribir hoy, desde que nací no me he mudado de mi casa, a lo más una semana con los abuelos y esas cosas, la primaria, secundaria y prepa las hice en la misma escuela, en mi primer trabajo dure tres años y en este que es el tercero llevo dos años; es decir, no soy alguien con tendencia a la movilidad, sin embargo el trabajo en la administración pública me ha obligado a tener una actitud nómada y “siemprelisto” de judío errante y boy escaut, respectivamente.
El día menos pensado 100 anormalistas burlan la seguridad del edificio de la SEP y sales corriendo por escaleras ocultas a edificios lejanos, o te avisan que aunque tengas un chingo de trabajo tienes que empacar porque siendo las 10 de la mañana tienes que estar a las 6 de la tarde en la sede alterna y con lo necesario para permanecer de dos semanas o hasta 6 meses, y considerando que el trabajo es “urgente” para la hora de la comida, te jodiste y empacarás en los 4 periodos de 10 minutos que le dedicas a fumar.
En mayo del año pasado tuvimos que salir un viernes rumbo a la nada, pues no teníamos definida una sede alterna, acabamos en el sur de la ciudad en donde, en ese entonces, acababa el metrobus, volvimos a mediados de julio. Ahora comparto la oficina con mi jefe y el Efra, tenemos un escándalo permanente al lado, música electrónica temprano, como a medio día regueton, y ya luego intercalan a julio iglesias con josé-josé, cumbias y algo de rock clásico.
Así las cosas en estos días pondré unas fotos del edificio y la oficina, está muy bien el lugar, solo me gustaría recuperar mi escritorio, me hacen falta mis cajones, y ni cómo ponerle llave a una caja de cartón.
Sin embargo esto de la mudada me da pie a escribir hoy, desde que nací no me he mudado de mi casa, a lo más una semana con los abuelos y esas cosas, la primaria, secundaria y prepa las hice en la misma escuela, en mi primer trabajo dure tres años y en este que es el tercero llevo dos años; es decir, no soy alguien con tendencia a la movilidad, sin embargo el trabajo en la administración pública me ha obligado a tener una actitud nómada y “siemprelisto” de judío errante y boy escaut, respectivamente.
El día menos pensado 100 anormalistas burlan la seguridad del edificio de la SEP y sales corriendo por escaleras ocultas a edificios lejanos, o te avisan que aunque tengas un chingo de trabajo tienes que empacar porque siendo las 10 de la mañana tienes que estar a las 6 de la tarde en la sede alterna y con lo necesario para permanecer de dos semanas o hasta 6 meses, y considerando que el trabajo es “urgente” para la hora de la comida, te jodiste y empacarás en los 4 periodos de 10 minutos que le dedicas a fumar.
En mayo del año pasado tuvimos que salir un viernes rumbo a la nada, pues no teníamos definida una sede alterna, acabamos en el sur de la ciudad en donde, en ese entonces, acababa el metrobus, volvimos a mediados de julio. Ahora comparto la oficina con mi jefe y el Efra, tenemos un escándalo permanente al lado, música electrónica temprano, como a medio día regueton, y ya luego intercalan a julio iglesias con josé-josé, cumbias y algo de rock clásico.
Así las cosas en estos días pondré unas fotos del edificio y la oficina, está muy bien el lugar, solo me gustaría recuperar mi escritorio, me hacen falta mis cajones, y ni cómo ponerle llave a una caja de cartón.
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