Estos días que pude tomar vacaciones en la oficina me permitieron darle una leída a los reportajes sobre “Juanito” que publicaron el Proceso y la eme-equis, al margen de la “genialidad” del personaje que se ha creado Rafael Acosta, hay una declaración persistente por su parte que me hizo pensar ¿hasta donde se manifiesta la voluntad popular en las elecciones. Cuatro casos espécificos:
- Gastos de campaña; tanto en Cuajimalpa (delegación en donde vivo) y Miguel Hidalgo, el PAN ganó las elecciones para jefe delegacional. Miguel Hidalgo es un bastión panista que estuvo en cierto riesgo en un punto de la elección basicamente por la molestia de los vecinos ante las obras viales realizadas por la anterior jefa delegacional, aún así al final la lealtad al PAN se mantuvo. En el caso de Cuajimalpa, después de dos pésimas administraciones perredistas, los ciudadanos optamos por el “voto por joder” (Jairo dixit) y optamos por votar a favor del PAN.
Al día de hoy ambas elecciones están por ser resueltas por el Tribunal Federal Electoral, debido a presuntos excesos en los gastos de campaña, en el peor de los casos se anularían las elecciones y no podría participar el PAN en las nuevas elecciones. Ello nos ha llevado (al menos en Cuajimalpa) a formar un frente en defensa del voto emitido, pues no hay duda que ganó el PAN.
El punto es, ¿hasta donde la voluntad popular debe ser respetada en el supuesto de que los partidos se excedan en sus gastos de campaña?. Ya elegimos, pero nuestra elección puede ser revocada y peor aún, al retirar al PAN de la competencia nos obligarían a votar por candidatos que desde el principio no representaron una opción para nosotros (PRD y PRI basicamente).
- Suplencia de diputados; es cosa sabida que la ley obliga a la equidad de género en las postulaciones a candidatos a puestos de elección popular, cosa que a regañadientes acatan, sin embargo encontraron la forma de darle la vuelta a la ley. Y es que después de la toma de protesta de los diputados, varias diputadas pidieron licencia para dejar el cargo y por ende que “subieran” sus suplentes, que, casualmente, fueron todos hombres, y al menos en un caso el suplente era el esposo de la diputada titular electa. Lo que hacen es totalmente legal, no lo discuto.
Pero entonces, ¿de que sirve que haya una ley que promueve la equidad de género si se la van a brincar al día siguiente de tomar posesión? Al igual que en el caso anterior, ¿donde queda la voluntad del elector que decidió votar por X persona si después, mediante arreglos internos, el partido en cuestión va a poner a quien quiera?
- Cambios de partido; este es glorioso y similar al anterior, en la Asamblea Legislativa del DF el PRD tenía una mayoría relativa de diputados, sin embargo el crecimiento de otros partidos se convertía en un problema para el control legislativo al que están acostumbrados en el DF (y miren que he estado de acuerdo con buena parte de las reformas que han planteado). Así que, mediante negociaciones que seguramente ignoraremos por siempre, lograron que algunos diputados de otros partidos se convirtieran al perredismo para tener la mayoría absoluta. Aquí la cosa es peor, digamos que en el caso anterior el cambio es de personas, aunque la ideología sea la misma, pero en este caso, se supone que cada partido tiene una propuesta legislativa acorde con sus principios orgánicos.
Por favor alguien expliqueme ¿cómo es que un diputado de Nueva Alianza se pasó al PRD?, pongo ese caso porque todo lo que pasa por ese negocio lo autoriza la Maistra Elba y puede ser indicativo de otras cuestiones que ya comentaré en otro post. Una vez más, quien haya creído en las propuestas y posicionamientos de este diputado debe sentirse muy tranquilo al ver la solidez de sus principios y su compromiso con el partido y por ende con sus electores, ¿será que en las próximas elecciones sea, por tercera vez, candidato para algo por Cuajimalpa?.
- “Juanito”; lo dejo al final porque es todo un caso y aunque da para mucho ire al punto fuerte. Como decía al principio, Juanito se la pasa declarando que el fue quien ganó la elección, el solito, es más, el revivió a Clara Brugada y hasta se anda deslindando de López Obrador (cosa muy sana para cualquiera que se diga de izquierda).
Si somos estrictos, el candidato del PT, Rafael Acosta, fue quien tuvo más votos en la elección del 5 de julio para elegir jefe delegacional en Iztapalapa. Sin embargo, ganó porque López Obrador y el equipo de Clara Brugada lo apoyo en la campaña, fueron casa por casa, repitieron “N” cantidad de veces el acuerdo verbal al que llegaron en ese mitin mítico donde Juanito dijo que renunciaría al cargo para que, con el apoyo del jefe de gobierno y la mayoría perredista en la asamblea legislativa, nombraran a la Brugada como jefa delegacional.
Este tipo pasó de un cándidato subrogado (humillado públicamente) que no iba a ganar nada, a decir que si renunciaba pero que le dejaran cobrar el primer mes para no irse en blanco, luego a ofrecerle a la Brugada la mitad de las secretarías de la delegación, porque el ya había ganado y ni modo que dejarle todo; de ahí a ofrecerle chamba a Brugada en Jurídico y Gobierno para co-gobernar y ahora dice que el tomará posesión y que no comparte el pastel con nadie.
Si, en estricto sentido la “voluntad popular” se expreso a favor de Juanito, pero ¿cuantos lo hicieron porque quería que ganara Brugada/el Peje?. Esta vez la voluntad popular no es tan clara.
Culmino, ¿realmente estamos ante el imperio de la “Vox Populi, Vox Dei”?
- Gastos de campaña; tanto en Cuajimalpa (delegación en donde vivo) y Miguel Hidalgo, el PAN ganó las elecciones para jefe delegacional. Miguel Hidalgo es un bastión panista que estuvo en cierto riesgo en un punto de la elección basicamente por la molestia de los vecinos ante las obras viales realizadas por la anterior jefa delegacional, aún así al final la lealtad al PAN se mantuvo. En el caso de Cuajimalpa, después de dos pésimas administraciones perredistas, los ciudadanos optamos por el “voto por joder” (Jairo dixit) y optamos por votar a favor del PAN.
Al día de hoy ambas elecciones están por ser resueltas por el Tribunal Federal Electoral, debido a presuntos excesos en los gastos de campaña, en el peor de los casos se anularían las elecciones y no podría participar el PAN en las nuevas elecciones. Ello nos ha llevado (al menos en Cuajimalpa) a formar un frente en defensa del voto emitido, pues no hay duda que ganó el PAN.
El punto es, ¿hasta donde la voluntad popular debe ser respetada en el supuesto de que los partidos se excedan en sus gastos de campaña?. Ya elegimos, pero nuestra elección puede ser revocada y peor aún, al retirar al PAN de la competencia nos obligarían a votar por candidatos que desde el principio no representaron una opción para nosotros (PRD y PRI basicamente).
- Suplencia de diputados; es cosa sabida que la ley obliga a la equidad de género en las postulaciones a candidatos a puestos de elección popular, cosa que a regañadientes acatan, sin embargo encontraron la forma de darle la vuelta a la ley. Y es que después de la toma de protesta de los diputados, varias diputadas pidieron licencia para dejar el cargo y por ende que “subieran” sus suplentes, que, casualmente, fueron todos hombres, y al menos en un caso el suplente era el esposo de la diputada titular electa. Lo que hacen es totalmente legal, no lo discuto.
Pero entonces, ¿de que sirve que haya una ley que promueve la equidad de género si se la van a brincar al día siguiente de tomar posesión? Al igual que en el caso anterior, ¿donde queda la voluntad del elector que decidió votar por X persona si después, mediante arreglos internos, el partido en cuestión va a poner a quien quiera?
- Cambios de partido; este es glorioso y similar al anterior, en la Asamblea Legislativa del DF el PRD tenía una mayoría relativa de diputados, sin embargo el crecimiento de otros partidos se convertía en un problema para el control legislativo al que están acostumbrados en el DF (y miren que he estado de acuerdo con buena parte de las reformas que han planteado). Así que, mediante negociaciones que seguramente ignoraremos por siempre, lograron que algunos diputados de otros partidos se convirtieran al perredismo para tener la mayoría absoluta. Aquí la cosa es peor, digamos que en el caso anterior el cambio es de personas, aunque la ideología sea la misma, pero en este caso, se supone que cada partido tiene una propuesta legislativa acorde con sus principios orgánicos.
Por favor alguien expliqueme ¿cómo es que un diputado de Nueva Alianza se pasó al PRD?, pongo ese caso porque todo lo que pasa por ese negocio lo autoriza la Maistra Elba y puede ser indicativo de otras cuestiones que ya comentaré en otro post. Una vez más, quien haya creído en las propuestas y posicionamientos de este diputado debe sentirse muy tranquilo al ver la solidez de sus principios y su compromiso con el partido y por ende con sus electores, ¿será que en las próximas elecciones sea, por tercera vez, candidato para algo por Cuajimalpa?.
- “Juanito”; lo dejo al final porque es todo un caso y aunque da para mucho ire al punto fuerte. Como decía al principio, Juanito se la pasa declarando que el fue quien ganó la elección, el solito, es más, el revivió a Clara Brugada y hasta se anda deslindando de López Obrador (cosa muy sana para cualquiera que se diga de izquierda).
Si somos estrictos, el candidato del PT, Rafael Acosta, fue quien tuvo más votos en la elección del 5 de julio para elegir jefe delegacional en Iztapalapa. Sin embargo, ganó porque López Obrador y el equipo de Clara Brugada lo apoyo en la campaña, fueron casa por casa, repitieron “N” cantidad de veces el acuerdo verbal al que llegaron en ese mitin mítico donde Juanito dijo que renunciaría al cargo para que, con el apoyo del jefe de gobierno y la mayoría perredista en la asamblea legislativa, nombraran a la Brugada como jefa delegacional.
Este tipo pasó de un cándidato subrogado (humillado públicamente) que no iba a ganar nada, a decir que si renunciaba pero que le dejaran cobrar el primer mes para no irse en blanco, luego a ofrecerle a la Brugada la mitad de las secretarías de la delegación, porque el ya había ganado y ni modo que dejarle todo; de ahí a ofrecerle chamba a Brugada en Jurídico y Gobierno para co-gobernar y ahora dice que el tomará posesión y que no comparte el pastel con nadie.
Si, en estricto sentido la “voluntad popular” se expreso a favor de Juanito, pero ¿cuantos lo hicieron porque quería que ganara Brugada/el Peje?. Esta vez la voluntad popular no es tan clara.
Culmino, ¿realmente estamos ante el imperio de la “Vox Populi, Vox Dei”?
3 comentarios:
Al leer tu nota me vino una lluvia de ideas que me hizo dudar por dónde empezar a escribir jaja. Mira, veo bien que el garrotero venido a más, Juanito, se insubordine ante su titiritero, López Obrador, y ante sus paleros del PT, para que "gobierne", si es que un personaje como Juanito sabe lo que significa esa palabra en aquella lejana demarcación (por lo menos para mí). De todos modos en unos cuantos años, y al paso que vamos, no habrá mucho que gobernar en estos lares. Recomiento que abordes el tema del IVA disfrazado (contribución para la pobreza o como se llame).
Saludos.
yo se que nada tiene que ver, pero mientras leia recorde que en mi unica clase de "derecho" de toda mi vida un amigo mio jamas pudo pronunciar correctamente la palabra "jurisprudencia".
ya se, me sali del temaa :p
Tienes toda la razón, la "voluntad popular" se la pasan por el arco del triunfo cuando quieren y termina siendo la "voluntad de los partidos y sus candidatos que ya llegaron a un arreglo" mientras nos siguen dando atole con el dedo. Yo no sé la verdad pero eso es no tener ningún respeto por la gente que votó por ellos. Y ahora sí como dijo Maussan: "Y nadie... hace nadaaaa"
Ya del Juanito pues ya qué puedo decir, dijiste todo en tu post, por un lado le vió la cara al Peje que iba por el hueso de Iztapalapa y le hizo ver que en una de esas hasta el más insignificante se le puede revelar, pero por otra parte este pobre tipo se va a quedar solo. A ver cómo le va al Juanito.
Nos estamos leyendo, saludos.
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