jueves, 6 de noviembre de 2008

TIJUANA

El jueves por la mañana tuve la “oportunidad” de viajar a Tijuana por cuestiones de trabajo que me llevaron a permanecer hasta el sábado por la mañana.

De inicio debo decir que nunca he sido un amante de viajar en avión, no me molesta la altura sino el despegue, siempre había tenido la sensación de que, llegado un punto del ascenso, me jalaban el avión a tierra, cosa que me hacía aferrarme al asiento como perico.

Este ha sido el viaje de trabajo más largo, tanto en tiempo real de vuelo como en tiempo perdido, son 3 horas de vuelo pero con el cambio de horario se “ganan” 2 horas de ida y se “pierden” 2 en el regreso, osea que salí de aquí a las 9 de la mañana, volé 3 horas y llegué a las 10, pero de vuelta salí a las 12, volé 3 horas y llegué a las 5.

Pero ya divagué mucho, el asunto es que como todos sabrán en Tijuana se han dado una gran cantidad de homicidios merced del narcotráfico, por lo que la paranoia de varios de los que viajaban conmigo a Tijuana era elevada, al grado de evitar salir del hotel durante nuestra estancia.

La persona que nos llevó del aeropuerto al hotel nos comentaba que los agentes de tránsito y la policía judicial del estado se habían ido a la huelga hasta que les garantizaran seguridad en el cumplimiento de su trabajo, ¿irónico?, no, creo que el hecho de que anden matando oficiales de tránsito que nada tienen que ver con la lucha contra el narco los ha llevado a ese punto.

Sin embargo si hay algo que no tolero es el encierro, por lo que alrededor de las 5 de la tarde del jueves me salí a dar una vuelta, eso era una zona fantasma, la mayoría de las tiendas cerradas, poca gente caminando por la calle, vamos, el estarbocs, que se caracteriza por tener una alta afluencia de gente a todo lo largo del día, estaba casi vacío, 3 cuates con sus laptops, no más, acabé volviendo al hotel después de una hora de caminar por banquetas vacías y haberme metido a un billar a tomarme una cerveza.

Retomando los comentarios de nuestro conductor hay uno en especial que ilustra la visión que algunos de sus habitantes tienen de esa ciudad, muchos creo yo por las veces que lo escuche, “¿Traen pasaporte?, para que vayan a San Diego, el lado bonito de Tijuana”, bonito comentario sobre un ciudad cuyo lema reza “Aquí comienza la patria”.

Total que no todo fueron paranoias y trabajo, el viernes nos fuimos a “La Revo”, osea la avenida Revolución, zona de seguridad y en donde, por años se han asentado los bares, cantinas, teibols, etc. Que dan fama a Tijuana de ciudad de desmadre y gran consentida de los gringos pa ponerse hasta la madre (no dejen de visitar “Las Pulgas”). Y yo no podía hacer menos, sobre todo con mi actual afección romántica, así que con 6 o 7 Cazadores Reposados dobles y varias Tecates (perdí la cuenta de ambos) agarré una borrachera digna de ser recordada, si no vuelvo a oler un tequila en un mes seré feliz.

1 comentario:

Conflictiva dijo...

La proxima vez que vengas a Tijuana, avisame, soy una excelente "tour guide"