lunes, 24 de marzo de 2008

De regreso

Heme aqui de vuelta, después de una merecida semana de vacaciones hay que volver a la realidad, la cual, al menos en la oficina, nos recibe de buen modo, con mucha calma, por lo que aprovecho para actualizar el blog.

En el glorioso pueblo de Cuajimalpa la semana santa es todo un acontecimiento. Todo cambia, el ritmo, los sonidos, los olores, hasta la geografía urbana es otra. Como dije, es un pueblo, grandote, semiurbano, pero pueblo al fín, así que una celebración religiosa conlleva al cierre de la mitad de las calles del centro de la delegación, incluyendo avenidas principales, los juegos mecánicos llenan la avenida principal, los puestos de canicas, lotería, tiro al blanco con rifle o pistola de municiones y otros con dardos para reventar globos, el pan de yema, tlacoyos y gorditas, los jarros de bebidas espirituosas y el mezcal con todo y penca, las artesanias de barro, talavera y cerámica.

Al menos así lo recuerdo hace 5 años, pero de un tiempo para aca las pinches administraciones perredistas han permitido/propiciado que esta tradición se vaya pervirtiendo, otorgando licencias a vendedores de juguetes chinos, "amuletos de la buena suerte", ropa y discos pirata, hasta puestos de tatuajes y perforaciones hay, lentes oscuros roy ban, guchi, caca chanel piratas. Incluso el atrio de la iglesia lució sumamente desangelado cuando no se estaba escenificando la pasión de Jesús, antes había largas filas para entrar a la iglesia y tocar las imágenes cubiertas con paños morados, la procesión del silencio solía ser enorme y pasaba por muchas calles, este año el recorrido fue corto y menos concurrido, incluso no recuerdo haber escuchado a los fariseos pasar con sus tambores y flautas por la calle donde vivo, los judas dando latigazos a quienes se atrevían a retarlos y tampoco hubo procesión de las palmas.
En fín, supongo que estoy envejeciendo y me pongo nostalgico, y no, no soy mocho y nada por el estilo, solo me gustan esas tradiciones, salvo por la malsana costumbre de echar cuetes por cerca de una hora continua, que solo ensucia mi jardín, espanta a mis gatos y hace llorar a mi sobrina. Les dejo un pequeño testimonio gráfico de lo que queda de esa feria tradicional.

Pan de yema con la bonita leyenda de "Para mi Suegra" o "Para mi Viejita"

Jarros, ollas, cazuelas de barro, para el café de olla, los frijoles aguados y el arroz rojo.

Macetones de barro cocido, directos de Santiago, Edo. Mex.

Ni modo, la globalización y televisa-ción de la artesanía.

El antecedente remoto de la licuadora, un buen molcajete de piedra negra volcánica, no se deje engañar los buenos no sueltan polvo de piedra ni se rompen.

La versión infantil con su respectivo metate para moler los granos de maíz y hacer la masa para los tamales y tortillas.

Las ollitas de mi ahijada, para que juegue a la comidita.

Cerámica hecha y pintada a mano.

Plato botanero, pintado a mano, ningún diseño es igual a otro.

Con conciencia social, libre de plomo, con leyenda para los extranjeros, aún no averiguo si entra al microondas.

Otro de la colección primavera verano 2008.

3 comentarios:

Unknown dijo...

yo anduve en el df en semana santa...
por cierto...
tampoco me gusta la machaca...
jajajaja
ni la tecate... si, por que dicen que la tecate es de moty y qye la verga...
me gusta... la carne asada... JAJAJAJAJA
pero tampoco la ´pongas... jajajaja
bueno, puras jodidas quejas aqui...

saludos ^^

Bruja sin Escoba dijo...

Pues las tradiciones han cambiado.

La verdad es que se ha llenado de chucherias baratas... ya no son tradiciones.

Me gustaron las vasijas de tu ahijada.. dile que me invite a las comiditas no?

Un abraxo!

elevangeliosegunyo dijo...

por un segundo me parecio que hablabas de la ciudad de la cajeta en a cual yo radico... ah!! que mi celaya tan de la chingada