lunes, 4 de junio de 2007

VERONICA PT.3

El problema de falta de atención para con los abuelos, por parte de la madre de Verónica, se agudizó pues como ahora su nena estaba lejos le tomaba todo el día irla a visitar, preparar la comida, atender a sus nietos y regresar al grado que había días que se quedaba allá. Uno de esos días, sábado santo por la noche para ser precisos, dos de los hermanos, con la abuela, estaban en Cuernavaca y el otro en el DF, alrededor de las 9 de la noche una llamada cambio la calma en que se encontraban, era el padre de Verónica, el abuelo se había puesto muy mal, tenía problemas para caminar con la pierna izquierda, el brazo del mismo lado empezaba a dar problemas y un dolor de cabeza lo aquejaba desde la noche anterior, se dirigían al hospital.
En más de una ocasión los hermanos se habían quejado del padre de Verónica, por haber dejado que el negocio se fuera por el garete, porque malmodeaba a los abuelos, por desinteresado, sin embargo esa noche demostró ser más útil que su esposa.

El viaje de vuelta al DF para los hermanos fue un suplicio, al llegar al hospital la sorpresa del diagnóstico fue brutal, infarto al cerebelo, afortunadamente había llegado a tiempo al hospital, sin embargo los estudios demostraban que no era el primero, el evento se había presentado al menos dos veces con anterioridad.

Después de esa demostración de falta de compromiso por parte de la madre de Verónica, los hermanos decidieron que serían ellos quienes estarían al pendiente de los abuelos, llamándolos a diario, llevándolos al médico y visitándolos tanto como fuera posible. No se habían dado cuenta, pero desde hacía un tiempo eran ellos quienes cumplían las obligaciones de la hermana, era ella quien debía llevarlos al médico y a estudios, realmente era el hermano mayor quien lo hacía, los otros dos llamaban continuamente y aportaban para pagar.

Hace dos semanas se reunieron en casa de los abuelos, por el día de las madres, estaban dos de los hermanos con sus familias, la hermana, Verónica y sus tres hijos, había un acuerdo tácito, no podía haber desaguisados. Alrededor de las 5 de la tarde Verónica se despidió, sin embargo solo se llevó a su segunda hija, el mayor y la menor se quedaron con su madre. Los hermanos suponían que eso sucedía a menudo y les molestaba, porque eso implicaba que también la abuela ayudaba a cuidarlos, y ya no esta para esos trotes.

A las 7:30 sonó el teléfono, era Verónica, habló con su madre, una frase definió perfectamente la situación, “si habla le voy a decir en donde estas y que te llevaste a la niña”, era obvio, Verónica se había largado a otro lado, quería que su madre la encubriera con su marido. La idea de otro hombre, otro hijo y el abandono por parte del marido cornudo, hizo que un hermano y su hijo, que estaban cerca del teléfono, se estremecieran, merced de un escalofrío.

FIN

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